miércoles, 26 de julio de 2017

La amenaza más grande a nuestra salud hoy en día


 
RAPIDO! Imaginen el siguiente escenario: Hay una terrible epidemia en Nicaragua y posiblemente a nivel mundial. Es algo terriblemente viral. Cualquier lugar al que ustedes van, observan gente expulsando cosas desagradables de sus cuerpos, enfermando a todos los que los rodean. Ningún lugar está seguro, ni los colegios, ni los hospitales, ni siquiera tu propia casa. Mucha gente está perdiendo su habilidad para funcionar bien y en algunos casos, hay gente muriendo a causa de esto. Y cada día que pasa, el mundo se contamina más.

¿Con cuánta seriedad lo manejarías? ¿Llamarías a tu doctor de confianza? ¿Echarías toda la culpa a las autoridades de salud? ¿A tu político menos favorito?

Una epidemia y en este caso, una pandemia, sería algo catastrófico. Ya las hemos tenido antes. Y es increíble como encendemos nuestra alarma de pánico cuando nos hablan del Ébola, Zika, Chikungunya o cualquier otro mal viral que puede afectarnos descontroladamente.

Lo bueno es que el ejemplo que les dí al inicio es algo imaginario. Excepto por una sencilla razón: NO ES IMAGINARIO, ES REAL!!! Y está destruyendo poco a poco nuestra salud… la salud mental!


No es necesario salir a la calle y mirar a la gente expulsando cosas horribles de sus cuerpos. Basta con solo entrar a cualquier red social y observar lo que expulsan desde sus mentes. Todos hemos sido testigos de cómo la gente humilla, denigra, ofende, descalifica y destruye a otros. Esto puede parecerles una típica dinámica de “naturaleza humana conflictiva”, pero es una clarísima señal de que algo anda mal en nosotros.

Pero no me meteré a hablar mucho sobre cómo nos comportamos en las redes. Ese es otro artículo. Más bien creo que ese comportamiento que tenemos en redes sociales, es un síntoma de la poca importancia que le estamos dando a qué tan saludables son nuestros pensamientos y emociones.

Nunca antes había visto a las personas tan insatisfechas con sus vidas y a la vez aparentando tanta satisfacción a sus seguidores. Nunca antes había visto a tantos jóvenes compartir sus sueños y aspiraciones sobre la vida y a la vez compartir el interés que tienen en desaparecer de este mundo. Nunca antes los problemas privados se habían hecho tan públicos.

Y volvemos a la importancia que le damos a cuidar nuestra mente y emociones. Si te quebrás un pie: vas al médico. Si tenés una infección: tomás antibióticos. Si te duele una muela: vas al dentista. Pero muy pocos buscan terapia cuando tienen algún problema. Cuando están estresados. Cuando terminan una relación, cuando tienen conflictos conyugales, ni siquiera cuando pierden a algún ser querido.

¿Por qué será que tenemos la percepción de que nuestros problemas mentales son cosas que se pueden resolver solas? O que las podemos manejar fácilmente. O que no ameritan terapia. Inclusive cuando los problemas nos agobian, nos abruman, nos ahogan, creemos que no ameritan una intervención profesional. Que seguramente se curarán con el tiempo. Y eso es FALSO! El tiempo no cura nada, solo ayuda a que duela menos, pero eso no es sanar.

Decir que el tiempo todo lo cura, es locura.

O tal vez creemos en la importancia de la atención profesional, pero solo en casos graves. En situaciones de crisis extrema o cuando hay ya comportamientos patológicos. Eso es como esperar hasta que seamos hígado grasos, hipertensos y diabéticos para por fin comenzar a hacer dieta y ejercicios. La psicología es también PREVENTIVA. Y no es solo para cuando tenés crisis o alguna enfermedad mental. Decir que solo los “enfermos mentales” deberían de hacer terapia es como decir que solo los obesos deberían de hacer ejercicios. Y así como tu pie no se puede sanar solo, tu mente tampoco.

Podés intentar aguantar vos solito y seguir caminando sin ayuda, pero eso sólo hará que el mal y el dolor empeore cada vez más. Lo mismo con cualquier tipo de enfermedad o aflicción emocional que tengás. La terapia está ahí para ayudarnos a escuchar cosas que necesitamos escuchar, para llegar a conclusiones que difícilmente pudimos llegar por nosotros mismos, por gente que ha estudiado durante años la mente y el comportamiento humano. Y para quienes dicen: “Es que si voy a terapia me van a decir cosas que ya sé”, les digo: Si ya las sabés y no has hecho algo al respecto, con más razón necesitás terapia.

Esa epidemia, o mejor dicho, esa pandemia de sentimientos y pensamientos negativos que se están cultivando y reproduciendo sin control en nuestras mentes, puede ser enfrentada con mayor fuerza y mejores herramientas, si logramos darle la importancia que se merece a nuestra salud mental. Buscar ayuda no es de débiles, es de astutos. Admitir que tenemos problemas no es admitir derrota, es el primer paso para resolverlos.


No es mentira, hay gente que se está muriendo por no conseguir la ayuda necesaria. Hay gente que actúa sin control ni sentido de la culpa, sin tener la menor idea de cuánto daño se está haciendo o le está haciendo a otros.

Si el problema puede requerir fármacos, hablen con un psiquiatra. Si no, hagan cita con un psicólogo o un terapeuta. Hay muchos y son muy buenos. Para mí, es la mejor decisión que he tomado en mi vida.

@Zambranitis

3 comentarios:

  1. Yo pedí vacaciones por salud mental, gracias a una maje gringa que lo hizo. Necesita uno despejarse y cuidarse la mente :)

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  2. Las redes sociales muestran (sin querer y sin que sus usuarios lo noten) el verdadero rostro de la sociedad, muestra que el pensar de la mayoría de la gente se basa primero en el odio, el morbo y aquí en Nicaragua principalmente en la ignorancia, en la vida real todos muestran su "lado correcto" pero aquí en facebook es todo lo contrario.

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  3. Esta bueno eso de pedir vacaciones por salud mental...
    también deberíamos el teléfono corporativo en la oficina, por prescripción medica...

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